Miércoles XIII Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
/ 29 junio, 2021 / Tiempo OrdinarioLecturas
Aparte de las homilías, podrá ver comentarios de los padres de la Iglesia desglosados por versículos de aquellos textos que tengan enlaces disponibles.
Gn 21, 5. 8-20: El hijo de la criada no va a repartir la herencia con mi hijo Isaac
Sal 33, 7-8. 10-11. 12-13: Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Mt 8, 28-34: ¿Has venido a atormentar a los demonios antes de tiempo ?
Homilías, comentarios y meditaciones desde la tradición de la Iglesia
Manuel Garrido Bonaño
Año Litúrgico Patrístico
Semana X-XVIII del Tiempo Ordinario. , Vol. 5, Fundación Gratis Date, Pamplona, 2001
–Génesis 21,5.8-20. La herencia para el hijo de la libre. Luego del nacimiento de Isaac, son expulsados Agar e Ismael. Si bien la oración de Agar es atendida, sigue siendo Isaac el escogido como heredero de la promesa hecha a Abrahán. Orígenes comenta:
«Después estando el niño abandonado a punto de morir, se acercó el ángel del Señor a Agar y le abrió los ojos y vio un pozo de agua viva (Gén 21,19). ¿Cómo puede relacionarse esto con la historia? ¿Dónde encontramos que Agar tuviera los ojos cerrados, y que luego le fueran abiertos? Está más claro que la luz que aquí hay un sentido espiritual y místico. El que fue abandonado es el pueblo según la carne, el cual yace con hambre y sed, no con hambre de pan ni con sed de agua, sino con sed de la palabra de Dios hasta que se le abran los ojos a la sinagoga.
«Este es el misterio del que habla el apóstol, a saber, que la ceguera ha caído sobre una parte de Israel hasta que la masa de los gentiles haya entrado, y «entonces todo Israel será salvado» (Rom 11,24). Esta es la ceguera de Agar, la que engendró según la carne; y esta ceguera permanecerá en ella «hasta que sea retirado el velo de la letra» (2 Cor 3,16) por el ángel de Dios y vea el agua viva.
«Pero nosotros mismos hemos de estar alerta, porque muchas veces también estamos echados junto al pozo de agua viva, es decir, junto a las Escrituras divinas y andamos perdidos en ellas. Tenemos los libros en las manos y los leemos, pero no alcanzamos su sentido espiritual. Por ello son necesarias las lágrimas y la oración ininterrumpida, a fin de que el Señor abra nuestros ojos...» (Homilías sobre el Génesis 7,5).
–Con el Salmo 33 decimos: «Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha y lo salva de sus angustias; el ángel del Señor acampa en torno a su fieles, y los protege. Todos sus santos, temed al Señor, porque nada les falta a los que le temen; los ricos empobrecen y pasan hambre, los que buscan al Señor no carecen de nada. Venid, hijos, escuchadme: os instruiré en el temor del Señor; ¿hay alguien que ame la vida y desee días de prosperidad?».
–Mateo 8,28-34: Los milagros de Jesús dan a conocer la presencia misteriosa del Reino que hace retroceder a las fronteras del imperio del mal. Al liberar a los hombres de la sujeción a los espíritus malignos, Jesús lleva a cabo ya desde ahora el juicio de Dios. Dice San Juan Crisóstomo:
«Apenas hubo desembarcado Jesús, al milagro pasado sucedió otro más temeroso. Y fue que unos endemoniados, como si fueran esclavos fugitivos y criminales que se topan con su amo comenzaron a gritar: «¿qué tenemos que ver contigo Jesús, Hijo de Dios? ¿has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?» Como las turbas le habían confesado hombre, vienen ahora los demonios a proclamarlo Dios; y los que no habían oído al mar embravecido y luego en calma, ahora oían a los demonios que gritaban lo mismo que había proclamado el mar con su calma.
«Luego, porque no se pensara que era cuestión de adulación, como quienes lo estaban muy bien experimentando, gritan y dicen: ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo? Muy bien hacen confesando ante todo su enemistad con el Señor, pues así no caben sospechas en la súplica que le van a dirigir... ¿Y por qué razón mataron los demonios a los cerdos? No por otra razón sino porque el empeño de los demonios es siempre afligir a los hombres y en la ruina de éstos está siempre su alegría... Realmente también en el caso de estos endemoniados les salió la jugada al revés; pues, por una parte, quedó proclamado el poder de Cristo, y proclamada también, con más claridad aún, la maldad de ellos, de la que el Señor libró a los posesos; y, por otra, se demostró que, si el Dios de todas las cosas no se lo permite, no pueden ellos tocar ni a una piara de cerdos» (Homilía 28,2-3 sobre San Mateo).