La oración del Getsemaní, más que cualquier otra oración de Jesús, revela la verdad sobre la identidad, vocación y misión del Hijo, que ha venido al mundo para cumplir la voluntad paterna de Dios hasta el final, cuando diga: «Todo está cumplido» (Jn 19,30).
Alfertson Cedano
Domingo X Tiempo Ordinario (Ciclo A) – Homilías
Este es nuestro consuelo y nuestra confianza: él siempre perdona, cura el alma siempre, siempre. «Pero yo soy débil, voy a tener una recaída…», Jesús te levantará, te curará siempre. Este es nuestro consuelo, Jesús vino por mí, para darme fuerzas, para hacerme feliz, para que tuviera la conciencia tranquila. No tengáis miedo. En los malos momentos, cuando uno siente el peso de tantas cosas que hicimos, de tantos resbalones en la vida, tantas cosas, y se siente el peso… Jesús me ama porque soy así.
Domingo IX Tiempo Ordinario (Ciclo A) – Homilías
A menudo el hombre no construye su obrar, su existencia, sobre esta identidad, y prefiere las arenas de las ideologías, del poder, del éxito y del dinero, pensando encontrar en ellos estabilidad y la respuesta a la insuprimible demanda de felicidad y de plenitud que lleva en su alma. Y nosotros, ¿sobre qué queremos construir nuestra vida? ¿Quién puede responder verdaderamente a la inquietud de nuestro corazón? ¡Cristo es la roca de nuestra vida! Él es la Palabra eterna y definitiva que no hace temer ningún tipo de adversidad, de dificultad, de molestia.
Mt 28, 1-10 — El sepulcro vacío. Mensaje del ángel a las mujeres
Hoy el Resucitado nos repite a nosotros, como a aquellas mujeres que habían permanecido junto a él durante la Pasión, que no tengamos miedo de convertirnos en mensajeros del anuncio de su resurrección. No tiene nada que temer quien se encuentra con Jesús resucitado y a él se encomienda dócilmente. Este es el mensaje que los cristianos están llamados a difundir hasta los últimos confines de la tierra.
Semana Santa: Jueves Santo (Misa Crismal) – Homilías
El Jueves Santo es el día en el que el Señor encomendó a los Doce la tarea sacerdotal de celebrar, con el pan y el vino, el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre hasta su regreso. En lugar del cordero pascual y de todos los sacrificios de la Antigua Alianza está el don de su Cuerpo y de su Sangre, el don de sí mismo. Así, el nuevo culto se funda en el hecho de que, ante todo, Dios nos hace un don a nosotros, y nosotros, colmados por este don, llegamos a ser suyos: la creación vuelve al Creador. Del mismo modo también el sacerdocio se ha transformado en algo nuevo: ya no es cuestión de descendencia, sino que es encontrarse en el misterio de Jesucristo.
30 de Diciembre: Día VI dentro de la Octava de Navidad – Homilías
Simeón y Ana esperaron por largo tiempo la venida del Mesías. Se alegraron al conocer la noticia de su venida. Tengamos también nosotros, como aquellos justos antiguos, deseos de recibir a Jesús, el Salvador, y de poseerlo.
Jn 20, 1a. 2-8 – Juan, testigo del sepulcro vacío
Juan y Pedro, habiendo oído a María, van corriendo al sepulcro, donde vieron que había salido la Vida; y habiendo visto y creído, admirados por las pruebas se volvieron a casa.
Mt 1, 1-25 — Origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán
Por esta admirable participación ha brillado para nosotros el misterio de la regeneración, de tal manera que, gracias al mismo Espíritu por cuya virtud Cristo fue concebido y nació, hemos nacido de nuevo de un origen espiritual.
Mt 18, 12-14 — La oveja perdida
Esta oveja no significa, en rigor, una oveja cualquiera, ni este pastor es un pastor como los demás, sino que significan algo más. En estos ejemplos se contienen realidades sobrenaturales. Nos dan a entender que jamás desesperemos de los hombres ni los demos por perdidos, que no los despreciemos cuando se hallan en peligro, ni seamos remisos en ayudarlos, sino que cuando se desvían de la rectitud y yerran, tratemos de hacerlos volver al camino, nos congratulemos de su regreso y los reunamos con la muchedumbre de los que siguen viviendo justa y piadosamente.
San Pío de Pietrelcina, presbítero (23 de septiembre) – Homilías
San Pío de Pietrelcina (Francisco) Forgione, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, que en el convento de San Giovanni Rotondo, en Apulia, se dedicó a la dirección espiritual de los fieles y a la reconciliación de los penitentes, mostrando una atención particular hacia los pobres y necesitados, terminando en este día su peregrinación terrena y configurándose con Cristo crucificado (1968).