En este mismo libro que tenemos en las manos: cuando regresaron los exploradores, enviados a inspeccionar la tierra, y diez de ellos, con sus informes pésimos, infundieron desesperación al pueblo, pero los otros dos, a saber, Caleb y Josué, anunciaron las ventajas (Num 13 y 14) y exhortaron al pueblo a permanecer en lo propuesto, les valió del Señor un mérito inmortal, no tanto su confesión, cuanto el miedo de sus compañeros».
Alfertson Cedano
Martes XVIII Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Moisés proclamado como «el hombre más bondadoso de cuantos entonces había engendrado la tierra» (Num 12,3). Y por eso conservó el poder durante cuarenta años, pues con la bondad y la mansedumbre atenuaba la arrogancia del mando. El pueblo intenta apedrearlo, y él ruega por los que le quieren apedrear. Es más: prefiere se le borre del libro de Dios (Ex,32,32) a que el pueblo que se le ha confiado perezca. Quería de este modo imitar a aquel pastor de quien sabía que iba a llevar sobre sus hombros las ovejas descarriadas…
Lunes XVIII Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Quejas de los israelitas por el maná. Moisés se desahoga ante Dios. El Salmo invita a pasar a la otra orilla, a la bendición: Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Mt 13, 44-46 — Discurso parabólico: Parábolas del tesoro y de la perla.
La pregunta es por qué se pasa del número plural al singular: el comerciante buscaba perlas de calidad, y se encuentra con una de gran valor, vendiendo todo lo que tenía para comprarla. Podría tratarse de alguien que buscando hombres buenos, con los cuales pasar la vida de una forma laudable, se encuentra con el que los supera a todos, el sin pecado (Cf 2Co 5,21), mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús (Cf 1Tm 2,5)… Cada una de estas tres interpretaciones, o cualquiera otra que se nos pueda ocurrir, y que esté bien significada con el nombre de la única y preciosa perla, tiene el precio de nosotros mismos. Y no somos capaces de llegar a poseerla, si no es consiguiendo nuestra liberación mediante el desprecio de todo lo temporal que poseemos. Vendiendo todas nuestras cosas, ningún precio mayor recibimos por ellas que a nosotros mismos. Cuando estábamos implicados en todas ellas, no éramos dueños de nosotros. Entreguémonos, pues, a cambio de tal perla, no porque ése sea su valor, sino porque ya más no podemos dar.
San Juan María Vianney (El Cura de Ars), presbítero (4 de Agosto). Memoria – Homilías
San Juan María Vianney, presbítero, que durante más de cuarenta años se entregó de una manera admirable al servicio de la parroquia que le fue encomendada en la aldea de Ars, cerca de Belley, en Francia, con una intensa predicación, oración y ejemplos de penitencia. Diariamente catequizaba a niños y adultos, reconciliaba a los arrepentidos y con su ardiente caridad, alimentada en la fuente de la Eucaristía, brilló de tal modo, que difundió sus consejos a lo largo y a lo ancho de toda Europa y con su sabiduría llevó a Dios a muchísimas almas (†1859).
San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia (1 de Agosto). Memoria – Homilías
San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia, que insigne por el celo de las almas, por sus escritos, por su palabra y ejemplo, trabajó infatigablemente predicando y escribiendo libros, en especial sobre teología moral, en la que es considerado maestro, para fomentar la vida cristiana en el pueblo. Entre grandes dificultades fundó la Congregación del Santísimo Redentor, para evangelizar a la gente iletrada. Elegido obispo de santa Águeda de los Godos, se entregó de modo excepcional a esta misión, que dejaría quince años después, aquejado de graves enfermedades, y pasó el resto de su vida en Nocera de’Pagani, en la Campania, aceptando grandes trabajos y dificultades († 1787).
Sábado XVII Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
El ministerio público de Jesucristo será, en efecto, una serie ininterrumpida de liberaciones, curaciones, perdón de deudas y de pecados. Esto mismo confía a sus apóstoles y a sus sucesores: obispos y presbíteros. El sacramento de la penitencia es un gran regalo hecho por Cristo a su Iglesia. Hemos de acercarnos frecuentemente a él con verdadero espíritu, con dolor de haber ofendido a Dios, con arrepentimiento de todos los pecados.
Viernes XVII Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Las fiestas para los israelitas tienen un sentido muy preciso que supera su origen. No se trata ya de una sumisión del hombre a la naturaleza, sino de su comunión con Dios en la realización de una historia de salvación. Las fiestas judías conmemoran las principales etapas de esta colaboración de la libertad de Dios con la del hombre en la construcción del mundo y en la orientación de su historia.
Jueves XVII Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Nada hay escondido para el Señor, sino que aún nuestros secretos más íntimos no escapan a su presencia. Obremos, pues, siempre conscientes de que Él habita en nosotros, para que seamos templos suyos y Él sea nuestro Dios en nosotros, tal como es en realidad y tal como se manifiestará ante nuestra faz; por esto tenemos motivos más que suficientes para amarlo.
Miércoles XVII Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
El cristiano, purificado por el Espíritu Santo en el sacramento de la regeneración es transformado, según la expresión del Apóstol, en imagen del mismo Jesucristo. No solamente contempla la gloria del Señor, sino que toma para sí mismo algunos rasgos de esta gloria divina… El alma regenerada por el Espíritu Santo recibe y difunde a su alrededor el resplandor de la gloria celeste que le ha sido comunicado.