La oración es luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora entre Dios y los hombres. Por ella, nuestro espíritu, elevado hasta el cielo, abraza a Dios con abrazos inefables; por ella nuestro espíritu espera el cumplimiento de sus propios anhelos, y recibe unos bienes que superan todo lo material y visible.
Alfertson Cedano
Viernes IV Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
Los salmos calman nuestras iras, rechazan nuestras preocupaciones, nos consuelan en nuestras tristezas. De noche son un arma, de día una enseñanza; en el peligro son nuestra defensa, en las festividades nuestra alegría. Ellos expresan la tranquilidad de nuestro espíritu, son prenda de paz y concordia, son como la cítara que aúna en un sólo canto las voces más diversas y dispares. Con los salmos celebramos el nacimiento del día y con los salmos celebramos su ocaso. En los salmos rivalizan la belleza y la doctrina; son a la vez un canto que deleita y un texto que instruye.
Jueves IV Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
Los preceptos del Evangelio indican qué debe hacer el que anuncia el reino de Dios: «sin báculo, sin alforja, sin calzado, sin pan, sin dinero», es decir, no buscando la ayuda de los auxilios mundanos, abandonado todo a la fe y pensando que, mientras menos anhelemos los bienes temporales, más podremos conseguirlos.
Miércoles IV Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
Padece enfermedad el género humano; no tanto enfermedad de cuerpo, sino de pecados. Yace en toda la redondez de la tierra, de oriente a occidente, el gran enfermo. Y para curar al gran enfermo descendió el Médico omnipotente. Se humilló hasta su carne mortal, o digamos, hasta el lecho del enfermo.
Martes IV Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
Grande es el dolor de David por la muerte de su hijo Absalón, que se había rebelado contra él. ¡Y grande es también la lección que nos da sobre el perdón de las injurias!
Lunes IV Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
Nada tengas por más excelente, nada por más amable que la humildad. Ella es la que principalmente conserva las virtudes, pues es una especie de guardiana de todas ellas. Nada hay que nos haga más gratos a los hombres y a Dios como ser grandes por el merecimiento de nuestra vida, y hacernos pequeños por la humildad.
San Vicente, diácono y mártir (22 de Enero). Memoria – Homilías
San Vicente, diácono de Zaragoza y mártir, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano sufrió cárcel, hambre, potro, y hierros candentes, hasta que en Valencia, en la Hispania Cartaginense, voló al cielo a recoger el premio del martirio (+304).
Sábado III Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
La penitencia, abrázala como el náufrago que pone su confianza en una tabla; ella te levantará cuando estés para ser hundido en las olas de los pecados, y te llevará al puerto de la divina clemencia… Arrepiéntete de tus errores, una vez que has descubierto la verdad. Arrepiéntete de haber amado aquello que Dios no ama, cuando ni siquiera nosotros toleramos que nuestros esclavos no odien aquello que nos molesta… Te preguntas: ¿me será útil la penitencia, o no? ¿Por qué le das vueltas a eso? Es el mismo Dios quien manda que la hagamos…
Viernes III Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
Este es un suceso en la vida de David que nos hace ver un momento por el que todos podemos pasar en nuestra vida: es el paso del pecado a la corrupción. Aquí David comienza, da el primer paso hacia la corrupción. Tiene el poder, tiene la fuerza. Por eso la corrupción es un pecado más fácil para todos los que tenemos algún poder, ya sea poder eclesiástico, religioso, económico, político… Porque el diablo nos hace sentirnos seguros: ‘¡Yo puedo!’.
Jueves III Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
Un cristiano que lleva esa luz, debe enseñarla porque es testigo. Cuando un cristiano no muestra la luz de Dios sino que prefiere sus propias tinieblas, éstas entran en su corazón porque tiene miedo a la luz, y los ídolos —que son tinieblas—, le gustan más. Entonces le falta algo, y no es un verdadero cristiano. ¡El testimonio! Un cristiano es un testigo de Jesucristo, luz de Dios, y debe poner esa luz en el candelero de su vida.