Para las mujeres y para los Apóstoles el camino abierto por «el signo» se concluye mediante el encuentro con el Resucitado: entonces la percepción aún tímida e incierta se convierte en convicción y, más aún, en fe en Aquel que «ha resucitado verdaderamente».
marzo 2018
Jn 12, 20-33: La última Pascua – Jesús anuncia su glorificación por la muerte
Cristo fue la primicia de este trigo, él el único que escapó de la maldición, precisamente cuando quiso hacerse maldición por nosotros. Es más, venció incluso a los agentes de la corrupción, volviendo por sí mismo a la existencia libre entre los muertos. De hecho resucitó derrotando la muerte, y subió al Padre como don ofrecido, cual primicia de la naturaleza humana, renovada en la incorruptibilidad.
Jn 3, 14-21: Dios mostró su amor enviando a su Hijo
Asumió, pues, la muerte y la suspendió en la cruz, librando así a los mortales de esa misma muerte. De un mortal nacimos mortales: de inmortales nos hicimos mortales. Todos los hombres nacidos de Adán son mortales: y Jesús, Hijo de Dios, Verbo de Dios, por quien todo fue hecho, Unigénito igual al Padre, se hizo mortal: pues la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros.