Son engañosas las riquezas, porque no pueden permanecer siempre con nosotros; son engañosas porque no pueden satisfacer las necesidades de nuestro corazón. Las riquezas verdaderas son únicamente las que nos hacen ricos en las virtudes.
noviembre 2017
Viernes XXXI Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
¿Por qué propuso el Señor esta parábola? No porque el siervo aquel hubiera cometido un fraude, siendo previsor para el futuro, sino para que se avergüence el cristiano que carece de determinación viendo alabado el ingenio de un fraudulento. En efecto, dice: los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz. Ellos comenten fraudes mirando al futuro. ¿Mirando a qué vida tomó precauciones aquel mayordomo? Mirando a aquella vida a la que tendría que pasar cuando se lo mandaren. Y si él se preocupó por la vida que tiene un fin, ¿tú no te preocuparás por tu vida eterna?.
Jueves XXXI Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Se ha dicho que Cristo tuvo hambre, que soportó la fatiga de largas caminatas, la ansiedad, el terror, la tristeza, la agonía y la muerte en la cruz. Sin ser obligado por nadie, libremente se entregó por nosotros, para ser Señor de vivos y muertos (Rom 14,9). Con su propia carne ha pagado así un rescate justo por la carne de todos; y con su alma ha llevado a cabo la redención de todas las almas.
Miércoles XXXI Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Ama a Dios y ama al prójimo como a ti mismo. Veo que al amar a Dios te amas a ti mismo. La caridad es la raíz de todas las obras buenas… La plenitud de la ley es la caridad. No voy a tardar en decirlo: quien peca contra la caridad, se hace reo de todos los preceptos. En efecto, quien daña a la raíz misma, ¿a qué parte del árbol no daña? ¿Qué hacer, pues? Quien peca contra la caridad se hace reo de todos los preceptos. Esto es absolutamente cierto, pero distinto es el modo como peca contra ella el ladrón, el adúltero, el homicida, el sacrílego y el blasfemo. Todos pecan contra la misma caridad, puesto que donde existe la caridad plena y perfecta no puede haber pecado. Es ella misma la que crece en nosotros para llegar un día a la perfección y a tal perfección que no admita ya adicción alguna.
Martes XXXI Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Dice el Apóstol: llenos de gozo en la esperanza. Así, pues, nuestro gozo actual es gozo en la esperanza, aún no en la realidad… Si los compañeros de peregrinación gozan de esta manera en el camino, ¡cuál será su gozo en la Patria! Los mártires lucharon en esta vida, luchando caminaron, y caminando aclamaron. En efecto, quienes aman, caminan, pues hacia Dios no se corre con pasos, sino con el afecto. Hay tres clases de hombres detestables: el que se para, el que da marcha atrás y el que se sale del camino. Que nuestro caminar se vea libre y protegido, con la ayuda de Dios, de estos tres tipos de mal.
Lunes XXXI Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
¿Qué diste a Dios, cuando ni siquiera existías para poder dárselo? ¿Qué hizo Dios cuando predestinó a quien no existía?… Demos gracias a Dios, porque cuando no existíamos nos predestinó, porque alejados, nos llamó y porque siendo pecadores nos justificó.
Domingo XXXI Tiempo Ordinario (A) – Homilías
Jesús les echa en cara que buscan los honores humanos, las reverencias de los hombres, la gloria mundana. También a nosotros fácilmente se nos cuela esa búsqueda de gloria que en realidad es sólo vanagloria, es decir, gloria vana, vacía. Los honores que los hombres consideran valiosos el cristiano los estima como basura (Fil 3,8), pues espera la verdadera gloria, la que viene de Dios, «que nos ha llamada a su Reino y gloria» (1 Tes 2,12). En cambio, buscar la gloria que viene de los hombres es un grave estorbo para la fe.
Sábado XXX Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Iluminó a todos los ciegos: paganos y judíos.
Viernes XXX Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Acaso te parezca por encima de tus fuerzas el imitar a Dios. A la verdad, para quien vive vigilante, ello no es difícil. Pero, en fin, si te parece superior a tus fuerzas, yo te pondré ejemplos de hombres como tú. Ahí está José…, ahí está Moisés… Ahí está Pablo que, no obstante, no poder contar cuánto sufrió de parte de los judíos, aún pedía ser anatema por su salvación (Rom 9,3)… Ahí está Esteban… Considerando también estos ejemplos, desechemos de nosotros toda ira, a fin de que también a nosotros nos perdone Dios nuestros pecados.
Jueves XXX Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Si Dios está con nosotros ¿quién estará contra nosotros? En favor de quien está Dios lo mostró el bienaventurado Pablo más arriba al decir: a los que predestinó los llamó, a los que llamó los justificó, y a los que justificó los glorificó… El favor de Dios hacia nosotros se manifestó en que nos predestinó, nos llamó, nos justificó y nos glorificó. Nos predestinó antes de que existiéramos, nos llamó cuando estábamos alejados de Él, nos justificó cuando éramos pecadores y nos glorificó siendo mortales. Quien quiera hacer la guerra a los predestinados, llamados, justificados y glorificados por Dios, prepárese y piense si podrá luchar contra Dios… ¿Quién podrá vencer al Todopoderoso? Quienquiera luchar contra Él se dañará a sí mismo (Hch 9,5)… Quien da patadas contra el aguijón ¿no se dañará a sí mismo?