¿Qué quiere decir «tiende una mano» [a los hijos de Abrahán]? ¿Por qué no dijo: asumió, sino que utilizó esta expresión: tiende una mano? Porque este verbo hace referencia a los que persiguen a sus adversarios, y ponen todos los medios para capturar a los fugitivos y apresar a los que se resistan. En efecto, la naturaleza humana había huido de Él y había huido muy lejos, porque dice [el Apóstol] que estábamos muy lejos de Dios y «sin Dios en el mundo» (Ef 2,12). Por eso Él mismo nos persiguió y nos tomó para Sí. El Apóstol hace ver que hizo todo esto por puro amor a los hombres, por caridad y por solicitud hacia nosotros.
enero 2017
Martes I Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
La grandeza del hombre adquiere su verdadera dimensión al contemplar la humanidad de Cristo, exaltada en la resurrección. La verdadera humanidad se alcanza al compartir la grandeza y la gloria de Jesús resucitado. Es la obra de Dios en Jesucristo y en nosotros.
Lunes I Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
¿Cuál es, pues, la imagen de Dios, a semejanza de la cual ha sido hecho el hombre, sino nuestro Salvador? Él es, en efecto, el primogénito de toda criatura (Col 1,15), de Él se ha escrito que es el resplandor de la luz eterna, la imagen clara de la sustancia de Dios (Heb 1,3). Y Él dice también de Sí mismo: «Yo estoy en el Padre y el Padre está en Mí» y «quien me ha visto a Mí, ha visto a mi Padre» (Jn 14,10 y 9). En efecto, como el que ve la imagen de alguien ve a aquel cuya imagen es, así también, quien ve al Verbo de Dios (Jn 1,1), que es la imagen de Dios, ve a Dios.
Mt 3, 13-17: El Bautismo de Jesús (Mt)
Cristo es iluminado: dejémonos iluminar junto con él; Cristo se hace bautizar: descendamos al mismo tiempo que él, para ascender con él.
Juan está bautizando, y Cristo se acerca; tal vez para santificar al mismo por quien va a ser bautizado; y sin duda para sepultar en las aguas a todo el viejo Adán, santificando el Jordán antes de nosotros y por nuestra causa; y así, el Señor, que era espíritu y carne, nos consagra mediante el Espíritu y el agua.
Bautismo del Señor (A) – Homilías
«Conviene que cumplamos todo lo que Dios quiere». Son las primeras palabras de Jesús que el evangelio de san Mateo nos refiere. Ellas constituyen una consigna, un programa de vida para el Hijo de Dios. Toda su vida va a estar marcada por esta decisión de «cumplir», de llevar hasta el final lo que es justo a los ojos de Dios, lo que es voluntad del Padre. Así comienza su vida pública junto al Jordán y así terminará en Getsemaní.
También para nosotros, nuestra realidad de hijos de Dios debe manifestarse en esta adhesión incondicional a la voluntad de Dios. No como una carga que uno arrastra pesadamente, con resignación, sino como la expresión infinitamente amorosa de lo que Dios quiera para nuestro bien, que se abraza con gozo y se vive con entrega y fidelidad.
Ferias de Navidad después de la Epifanía: 9 de Enero – Homilías
Entonces, ¿quién nos enseña a amar? ¿Quién nos libra de esa torpeza? Solo el Espíritu Santo. Ya puedes hacer mil cursillos de catequesis o de espiritualidad, o mil cursos de yoga o de zen o de todas esas cosas, que nada de eso será capaz de darte jamás la libertad del hijo. Solo el Espíritu Santo mueve tu corazón para decir Padre. Solo el Espíritu Santo es capaz de eliminar, de romper esa dureza del corazón y hacer un corazón… ¿blando? —no sé, no me gusta la palabra—, ¿dócil? Sí, dócil al Señor, dócil a la libertad del amor.
Ferias de Navidad después de la Epifanía: 8 de Enero – Homilías
Para conocer a ese Dios que es amor debemos subir por la escalera del amor al prójimo, por las obras de caridad, por las obras de misericordia que Jesús nos enseñó.
Ferias de Navidad después de la Epifanía: 7 de Enero – Homilías
Fácil es para nosotros caer en el engaño. El Espíritu no es algo que poseemos. Él nos posee y dirige. El Espíritu nos lleva a aceptar el misterio de Jesucristo. El Espíritu nos hace fuertes. Nuestra confianza no se apoya, pues, en nosotros. Ser de Jesús es aceptar su voz, hecha audible en la Iglesia hoy día. Todo cristiano debe ser una radiante epifanía, es decir, manifestación del Señor, ha de ser un vivo destello de la fulgente y divina Luz de Cristo. La Epifanía es un claro anticipo de la futura aparición del Señor ante los ojos de toda la humanidad.
Ferias de Navidad antes de la Epifanía: 5 de Enero – Homilías
Cristo vino a redimirnos del pecado. Confesémonos también nosotros pecadores y así obtendremos el perdón. Él vino a librarnos de nuestro propio espíritu, del espíritu humano, espíritu de vanidad, de propia estima, de sensualidad, de corrupción.
Ferias de Navidad antes de la Epifanía: 4 de Enero – Homilías
Nosotros creamos en Jesús, en el Hijo de Dios. Tengámonos por infinitamente dichosos de poder contemplar todos los días en la Santa Misa y en la Sagrada Comunión la manifestación de Dios, efectuada un día en el Jordán. Pidamos a Jesús que nos conceda la gracia de poder contemplarle también un día todos juntos, allí donde ya el día del Señor no volverá a tener nunca fin.