Él es quien en Sí mismo hace lo que era necesario para que se efectuara nuestra redención. Es decir, Él mismo es el sacerdote y el sacrificio; es Dios y templo; es el sacerdote por cuyo medio nos reconciliamos y el Dios con quien nos hemos reconciliado. Ten, pues, por absolutamente seguro y no dudes en modo alguno, que el mismo Dios unigénito, Verbo hecho carne, se ofreció por nosotros a Dios en olor de suavidad, como sacrificio y hostia.
enero 2017
Miércoles II Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Está presente el Señor Jesucristo en medio de los creyentes. Por eso nuestra confianza no es temeraria, sino fiel. Pues, aunque Él está sentado a la derecha de Dios Padre, hasta que ponga a todos sus enemigos por escabel de su pies (Sal 109,1), sin embargo, no falta nunca el Sumo Pontífice de la asamblea de sus pontífices, y con razón se le canta por boca de toda la Iglesia y de todos los sacerdotes: «Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec».
Martes II Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Hemos de llevar una vida auténticamente cristiana, pues Dios es fiel a sus promesas y nuestra esperanza es como un ancla que nos aferra a él, Cristo Jesús, nuestro Sumo y Eterno Sacerdote. El ancla siempre ha sido desde los primeros siglos del cristianismo un signo de la firmeza y seguridad de la fe. Muchas veces aparece pintada en las catacumbas. Los cristianos somos hombres que esperamos la futura gloria que se revelará en nosotros.
Lunes II Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
La perfecta humanidad de Cristo entre los hombres se subraya ahora con la definición de «sacerdote», que solo en Él se verifica plenamente. En efecto, Jesucristo, elegido por Dios entre los hombres, los representa en el culto a Dios, y ofrece dones y sacrificios por los pecados. El sacrificio de Cristo fue en realidad el que consiguió el perdón de los pecados, y Él no lo ofreció por Sí mismo, pues no tenía pecado alguno.
Santa Inés, virgen y mártir. Memoria (21 de Enero) – Homilías
Santa Inés, virgen y mártir, que siendo aún adolescente, ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe, consagrando con el martirio el título de la castidad. Obtuvo victoria sobre su edad y sobre el tirano, suscitó una gran admiración ante el pueblo y adquirió una mayor gloria ante el Señor. Hoy se celebra el día de su sepultura (s. III/IV).
San Antonio, abad. Memoria (17 de Enero) – Homilías
San Antonio, abad, que, habiendo perdido a sus padres, distribuyó todos sus bienes entre los pobres siguiendo la indicación evangélica y se retiró a la soledad de la Tebaida, en Egipto, donde llevó una vida ascética. Trabajó para reforzar la acción de la Iglesia, sostuvo a los confesores de la fe durante la persecución del emperador Diocleciano y apoyó a san Atanasio contra los arrianos, y reunió a tantos discípulos que mereció ser considerado padre de los monjes (356).
Mt 4, 12-23: Vuelta a Galilea y llamada de los primeros discípulos
San Mateo presenta el inicio de la misión pública de Cristo. Consiste esencialmente en el anuncio del reino de Dios y en la curación de los enfermos, para demostrar que este reino ya está cerca, más aún, ya ha venido a nosotros. Jesús comienza a predicar en Galilea, la región en la que creció, un territorio de «periferia» con respecto al centro de la nación judía, que es Judea, y en ella, Jerusalén. Pero el profeta Isaías había anunciado que esa tierra, asignada a las tribus de Zabulón y Neftalí, conocería un futuro glorioso: el pueblo que caminaba en tinieblas vería una gran luz (cf. Is 8, 23-9, 1), la luz de Cristo y de su Evangelio (cf. Mt 4, 12-16).
Sábado I Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Tú eres llamado Palabra y estás sobre todas las palabras; tú, que estás sobre toda luz, eres llamado Luz. Tú eres llamado Fuego, pero no porque incides sobre los sentidos, sino porque purificas la materia ligera y viciosa. Tú eres Espada, porque divides y separas el mal del bien; Bieldo, porque limpias y quitas aquello que es ligero y llevado por el viento, y guardas lo que está lleno en los graneros de arriba; Hacha, porque, habiendo tenido paciencia tanto tiempo, cortas la higuera estéril; Puerta, porque introduces; Camino, para que nosotros andemos por el camino recto; Oveja, porque eres la víctima; Pontífice, que ofreces tu Cuerpo; Hijo, porque lo eres del Padre.
Viernes I Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Pensemos que nuestra vida no es otra cosa que un combate, y nunca buscaremos el reposo. Nunca consideremos la aflicción como algo extraordinario. Hemos de parecemos al atleta, que no mira la lucha como algo inesperado. No es todavía tiempo de descansar; hace falta que nos perfeccione el sufrimiento.
Jueves I Tiempo Ordinario (Impar) – Homilías
Hemos de escuchar la voz del Señor en el tiempo presente, para que nuestros corazones no se endurezcan. Debemos mantener viva la fe, para anticipar la visión de las realidades que nos han sido prometidas. La fe garantiza a los cristianos que su dispersión y su actual situación en el desierto del mundo es el preludio de una bienaventurada escatología real. Los fieles han de servirse del mundo y vivir en él, sin sustraerse de él. Es decir, han de vivir en el mundo, como si vivieran fuera de él.