«He aquí que una virgen concebirá». Con la sagrada liturgia, reconozcamos también nosotros a María, la Virgen Madre de Dios, en la santa Iglesia. Como aquella, también la Iglesia lleva en su seno a Cristo, la verdad, la salvación, la gracia. Solo en ella encontrará la humanidad a Cristo. Venid, subamos al monte del Señor –al monte Sión–, vayamos a la casa del Señor –al templo de Jerusalén, a la morada de Dios, a la Virgen María, a la Iglesia–. Allí nos enseñará Él sus caminos. Seamos fieles al Señor, a la Virgen María, a la santa Iglesia.
diciembre 2016
Ferias Mayores Tiempo de Adviento: 19 de Diciembre – Homilías
Son frecuentes los escepticismos en Israel, que siempre se ve confundido por Dios. También esa incredulidad llega hasta el apóstol Santo Tomás. Pero hay también en Israel una tradición formidable de fe, que llega a su culmen en la Virgen María. Aunque es la fe la mejor disposición para la acción de Dios –se diría que casi la condición natural para la manifestación del milagro–, Él, Dios, no se deja vencer por la incredulidad humana, como si el escepticismo de los hombres tuviese el poder de detenerlo. Y así, aunque el milagro puede ser un premio de la fe, también puede ser a veces un motivo para creer.
Ferias Mayores Tiempo de Adviento: 18 de Diciembre – Homilías
La figura de San José tal como aparece en el relato evangélico es elevada y dramática, esculpida con fe y humildad. No es que San José acepte venir a ser padre de Dios, no. Podría hacer eso con un desmedido orgullo o con una presuntuosa y falsa humildad. Lo que sí hace José es entregar toda su vida a Dios, seriamente, en una donación incondicional. Acepta ser conducido por Dios por caminos misteriosos; acepta recibir a su cuidado a la Virgen María, en toda su fragilidad femenina, que era verdadera, al igual que era verdadera la fragilidad infantil de Jesús niño. Para estas fragilidades poderosas, pero también débiles, José acepta hacer de escudo, con su debilidad de hombre ciertamente elegido por Dios, con altas gracias divinas y dones especiales.
Ferias Mayores Tiempo de Adviento: 17 de Diciembre – Homilías
Nuestra fe ha de habituarse a este paso de Dios, aunque nos parezca, a veces, desconcertante. Cristo es Dios y hombre. En cuanto hombre tiene una ascendencia. No es un mito. Es un ser histórico que se inserta en su pueblo de Israel. No sería hombre, si no fuera de este modo. De Cristo, Mesías de todas las naciones, se habría podido pasar por alto su origen histórico. Sin embargo, no ha sido así. El evangelista nos narra su origen humano con diligencia y detalladamente.
Domingo IV Tiempo de Adviento (A) – Homilías
En la inminencia ya de la Navidad, la Iglesia quiere centrar más y más nuestra mirada y nuestro deseo en Cristo que viene. Con las palabras del profeta nos recuerda que Cristo es el signo que Dios nos ha dado. Esperamos signos de que el mundo cambia, de que las cosas mejoran. Pero Dios nos da un único signo: Cristo Salvador. Él es la respuesta a todos los interrogantes, la solución a todos los problemas. Cristo nos basta. Sólo hace falta que le acojamos sin condiciones. Si creemos firmemente en Él y le dejamos entrar en nuestra vida, Él hará lo demás, «Él salvará a su pueblo de los pecados» (evangelio).
San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria (14 de Diciembre) – Homilías
San Juan de la Cruz, presbítero de la Orden de los Carmelitas y doctor de la Iglesia, el cual, por consejo de santa Teresa, fue el primero de los hermanos que emprendió la reforma de la Orden, empeño que sostuvo con muchos trabajos, obras y ásperas tribulaciones, y, como demuestran sus escritos, buscando una vida escondida en Cristo y quemado por la llama de su amor, subió al monte de Dios por la noche oscura, descansando finalmente en el Señor, en Úbeda, de la provincia de Jaén.
Santa Lucía, virgen y mártir. Memoria (13 de Diciembre) – Homilías
Santa Lucía, virgen y mártir, que custodió, mientras vivió, la lámpara encendida para ir al encuentro del Esposo y, en Siracusa en Sicilia fue conducida a la muerte por Cristo, mereció acceder con Él a las bodas del cielo y de poseer la luz que no conoce el atardecer.
Bienaventurada Virgen María de Gaudalupe. Fiesta (12 de Diciembre) – Homilías
Era el mes de diciembre de 1531, cuando, en la colina de Tepeyac, la Virgen se apareció al humilde indio Juan Diego. En 1910, Pío X proclamó a la Virgen de Guadalupe patrona de toda Hispano-América.
Viernes III Tiempo de Adviento – Homilías
Pronto va a venir la salvación, pero se trata de una salvación universal y sin fronteras, que abarca a todos los hombres que buscan a Dios con sincero corazón. Este misterio no fue entendido por la mayoría de los judíos, y a veces tampoco por algunos cristianos.
Jueves III Tiempo de Adviento – Homilías
Dios mismo será quien redima a su pueblo, ofreciéndole una Alianza de paz. El tema de los desposorios ha sido en algunos profetas signo de la unión del alma con Dios. Por el pecado, la esposa se ha mostrado infiel. Esta ruptura con Dios es, por tanto, como un adulterio. Pero el Señor, en su gran amor misericordioso, reanuda ese lazo de amor esponsal. Es bien conocida la historia de los pactos entre Dios e Israel, la infidelidad de éste, y la restauración del pacto por parte de Dios, siempre fiel a la Alianza.