Tenemos necesidad de que se nos despierte el sentido religioso y misterioso de los acontecimientos cotidianos y de los futuros escatológicos. Hemos de abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo, tener gran intimidad con Él, corresponderle con un gran amor al que Él nos ha tenido y nos tiene.
noviembre 2016
Lunes XXXIII Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
En realidad todo lo que parece decir el Señor a las siete Iglesias se aplica a la única Iglesia extendida por toda la tierra, porque en el número siete se hace referencia a toda la plenitud.
Sábado XXXII Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
El ministro de la Palabra es un testigo de la gratuidad de Dios, por tanto debe reflejarla en su comportamiento. Pero no se pone en duda que el obrero del Evangelio «merece su salario». Él da gratuitamente la palabra de salvación y los que la reciben deben, en conciencia, dar gratuitamente a quienes les da gratuitamente tan precioso don.
Viernes XXXII Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
El amor es inseparable de la verdad. El amor a los hermanos y el servir a los hombres no serán solidarios del amor a Dios más que si el creyente mantiene su fe en Jesucristo, Dios y Hombre. La verdadera fe y la verdadera caridad son indisociables.
Jueves XXXII Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
Es verdaderamente dichoso aquel a quien auxilia el Dios de Jacob. Él hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos, liberta a los cautivos, abre los ojos al ciego, endereza a los que ya se doblan. El Señor ama a los justos, guarda a los peregrinos, sustenta al huérfano y a la viuda». Por eso nosotros, como hijos suyos, le imitamos asistidos por su Espíritu, practicando todas las obras de caridad para con el prójimo.
Miércoles XXXII Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
Hablen contra mí lo que quieran. Nosotros amémosles, aunque no quieran. Conozco, hermanos, conozco lo que dicen sus lenguas. No nos enojemos por eso; hemos de soportarlos con paciencia… No niego que estuve envuelto en el error, en mi necedad y locura. Mas cuanto no niego mi pasado, tanto más alabo a Dios que me lo perdonó.
Martes XXXII Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
En una época en la que el hedonismo, el consumismo, campea a sus anchas, hemos de manifestar con palabras y hechos que somos discípulos del Crucificado. No queremos ser educados por el mundo, sino que pretendemos educar al mundo en los principios de la fe vivificada por la doctrina y ejemplos de Cristo. Ésta es la misión que se ha de realizar en el mundo de hoy y de siempre. Sin esto escamoteamos una de las dimensiones fundamentales de la vida cristiana.
Lunes XXXII Tiempo Ordinario (Par) – Homilías
¿Qué discurso podrá representar lo que luego [en el cielo] ha de seguirse: el placer, la dicha, el júbilo de la presencia y el trato con Cristo? No hay lengua que pueda explicar la bienaventuranza que goza, ni la ganancia de que es dueña, aquella alma que ha recuperado su propia nobleza y que puede en adelante contemplar a su Señor. Y no solo se goza de los bienes que tiene en sus manos, sino de saber con certidumbre que esos bienes no han de tener fin jamás.
San Josafat. Memoria (12 de Noviembre) – Homilías
San Josafat (Juan) Kuncewicz, obispo de Polotsk, en Rutenia, y mártir, que con ardor incesante impulsó a su pueblo hacia la unidad católica, cultivó con piadoso amor el rito bizantino-eslavo en Witebsk, en Bielorusia, entonces bajo la jurisdicción de Polonia, y cruelmente perseguido por una chusma enemiga, murió por la unidad de la Iglesia y la defensa de la verdad católica.
San Martín de Tours. Memoria (11 de Noviembre) – Homilías
San Martín, obispo, en el día de su sepultura. Nació de padres paganos en Panonia, en el territorio de la actual Hungría, y llamado al servicio militar en Francia, cuando todavía era catecúmeno cubrió con su capa al mismo Cristo transformado en el semblante de un pobre. Recibido el bautismo, dejó las armas y llevó en Ligugé vida monástica en un cenobio por él fundado, bajo la dirección de san Hilario de Poitiers. Ordenado sacerdote y elegido obispo de Tours, manifestó en sí el modelo del buen pastor, fundando otros monasterios y parroquias en los pueblos, instruyendo y reconciliando al clero y evangelizando a los campesinos, hasta que en Candes regresó al Señor († c. 397).