«¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?» (Lc 24, 5). Esta pregunta nos hace superar la tentación de mirar hacia atrás, a lo que pasó ayer, y nos impulsa hacia adelante, hacia el futuro. Jesús no está en el sepulcro, es el Resucitado. Él es el Viviente, Aquel que siempre renueva su cuerpo que es la Iglesia y le hace caminar atrayéndolo hacia Él. «Ayer» era la tumba de Jesús y la tumba de la Iglesia, el sepulcro de la verdad y de la justicia; «hoy» es la resurrección perenne hacia la que nos impulsa el Espíritu Santo, donándonos la plena libertad.
marzo 2016
Sábado V de Cuaresma – Homilías
Fue el pecado y la infidelidad lo que dividió al pueblo de Israel, lo que disgregó ya en los días de Babel a la humanidad entera. Pero Dios reunirá definitivamente a su pueblo. Así lo ha prometido por los profetas y con ese fin envió a su Hijo Unigénito: «Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas; El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como pastor a su rebaño. Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte».
Viernes V de Cuaresma – Homilías
¿No nos ponemos también nosotros en las filas de los enemigos de Jesucristo? ¿No es cada pecado un desprecio de Jesús, de sus preceptos, de su doctrina, de sus bienes, de sus promesas, de su gracia divina…? Dice San Basilio: «En esto consiste precisamente el pecado, en el uso desviado y contrario a la voluntad de Dios de las facultades que Él nos ha dado para practicar el bien»
Jueves V de Cuaresma – Homilías
El Señor es fiel a sus promesas, ¿por qué, pues, perder la paz ante las dificultades que nos suceden?
Miércoles V de Cuaresma – Homilías
La libertad que Cristo nos ha otorgado consiste ante todo en la liberación del pecado (Rom 6,14-18) y en consecuencia, de la muerte eterna, y del dominio del demonio; nos hace hijos de Dios y hermanos de los demás hombres (Col 1,19-22). Esta libertad inicial, adquirida en el bautismo, ha de ser desarrollada luego con la ayuda de la gracia.
Martes V de Cuaresma – Homilías
La Cruz no encierra en sí mezcla del bien y del mal como el árbol del Edén, sino que toda ella es hermosa y agradable, tanto para la vista cuantos para el gusto. Se trata, en efecto, del leño que engendra la vida, no la muerte; que da luz, no tinieblas; que introduce en el Edén, no que hace salir de él.
Lunes V de Cuaresma – Homilías
Dios permite las pruebas del justo, hasta tal extremo que a veces parece que se ha olvidado de él. Es necesario esperar en Dios contra toda esperanza, como Abrahán. El auxilio divino llega siempre en el momento preciso, como en el caso de Susana y en tantos otros.
Domingo de Ramos (C) – Homilías
El relato de la pasión según san Lucas –que hemos de releer y meditar– quiere llevarnos a mirar a Jesús para aprender de Él a ser verdaderos discípulos. La traición de Judas, uno de los Doce, nos pone en guardia frente a nosotros mismos, que también podemos traicionar al Señor. Y lo mismo ocurre con la negación de Pedro, que desenmascara la tentación que aparece en cada corazón: no querer cuentas con el Maestro que se abaja hasta este punto. Sin embargo, la mirada de Jesús, que se vuelve hacia él, alcanza su conversión, y las lágrimas de Pedro, pecador arrepentido, indican la manera como el discípulo debe participar en la pasión del Salvador.
Lc 19, 28-40: Entrada Mesiánica de Jesús en Jerusalén (Lc)
El pollino es un animal bediente y se deja cargar cómo y tanto como se quiere, sin disgusto y sin sacudir nunca la carga que se le pone encima… ¡Bienaventuradas las almas que son dóciles y sumisas, pues el Señor las conducirá.
Sábado IV de Cuaresma – Homilías
Jesús es el signo de contradicción en el mundo: divide a los hombres y a sus opiniones con su sola presencia. Obliga a todos a definirse, tanto en su época palestinense como también ahora. El Perseguido, en su apariencia humilde de galileo, es Señor de su destino y del destino de todos. Sus perseguidores tendrán que exclamar, como hizo un día Juliano el Apóstata: «¡Venciste, Galileo!» Pero a nosotros nos conviene gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo.