Cristo, a fin de restaurar el mundo y reconducir a Dios Padre todos los habitantes de la tierra, mejorándolo todo y renovando, como quien dice, la faz de la tierra, asumió la condición de siervo —no obstante ser el Señor del universo— y trajo la buena noticia a los pobres, afirmando que precisamente para eso había sido enviado.
marzo 2016
Jn 20, 1-9: Día de la Resurrección. El sepulcro vacío
¿Qué espectáculo podría haber más ridículo que el ofrecido por unos soldados vigilando un cadáver? Pero fueron puestos centinelas para que el muerto no echara a andar, el silencioso no hablara y el corazón traspasado no volviera a palpitar con una nueva vida.
Domingo II de Pascua o de la Misericordia (C) – Homilías
San Juan Pablo II, papa Homilía (13-04-1980) Visita Pastoral a Turín, Atrio de la Catedral Domingo 13 de abril de 1980. 1. «La tarde del primer día de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se hallaban los discípulos por temor de los judíos» (Jn 20, 19). Con estas palabras comienza hoy la… Read more
Domingo I de Pascua (Misa del Día) – Homilías
Venid, pues, vosotros todos, los hombres que os halláis enfangados en el mal, recibid el perdón de vuestros pecados. Porque yo soy vuestro perdón, soy la Pascua de salvación, soy el Cordero degollado por vosotros, soy vuestra agua lustral, vuestra vida, vuestra resurrección, vuestra luz, vuestra salvación y vuestro Rey. Puedo llevaros hasta la cumbre de los cielos, os resucitaré, os mostraré al Padre celestial, os haré resucitar con el poder de mi diestra.
Semana Santa: Viernes Santo (Pasión del Señor) – Homilías
En este día, en que «ha sido inmolada nuestra Víctima Pascual: Cristo, lo que por largo tiempo había sido prometido en misteriosa prefiguración se ha cumplido con plena eficacia: el cordero verdadero sustituye a la oveja que lo anunciaba, y con el único sacrificio se termina la diversidad de las víctimas antiguas». La Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y Esposo y adorando la Cruz, conmemora su propio nacimiento y su misión de extender a toda la humanidad sus fecundos efectos, que hoy celebra, dando gracias por tan inefable don, e intercede por la salvación de todo el mundo.
Semana Santa: Jueves Santo (Misa Crismal) – Homilías
Repasemos un momento las tareas de los sacerdotes que hoy nos proclama la liturgia: llevar a los pobres la Buena Nueva, anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor. E Isaías agrega: curar a los de corazón quebrantado y consolar a los afligidos. No son tareas fáciles, exteriores, como por ejemplo el trabajo material —construir un nuevo salón parroquial, o delinear una cancha de fútbol para los jóvenes del Oratorio… —; las tareas mencionadas por Jesús implican nuestra capacidad de compasión, son tareas en las que nuestro corazón es «movido» y conmovido…
Semana Santa: Miércoles Santo – Homilías
El camino que conduce a la traición, lleva también al Amigo a darse por los suyos, como una nueva Pascua liberadora. «El cenáculo adornado con tapices (Lc 22,12) te albergó a Ti y a tus comensales, y allí celebraste la Pascua y realizaste los misterios, porque en ese lugar te habían preparado la Pascua los discípulos por Ti enviados. Dichoso el que por la fe puede recibir al Señor, preparando su corazón a modo de cenáculo y disponiendo con devoción la cena…
Semana Santa: Martes Santo – Homilías
Jesús anuncia la traición de Judas y la negación de Pedro. Cuando sale el traidor subraya el evangelista que era de noche. Es la hora del poder de las tinieblas. Pero también aquella en la que el Padre glorificará al Hijo, puesto que para Jesús la gloria de la resurrección es inseparable de la muerte en la Cruz.
Semana Santa: Lunes Santo – Homilías
Mansedumbre y humildad. Solo por ese camino quiere el Señor conquistar al hombre; quiere ser el Rey de los corazones mediante la mansedumbre y la humildad. Todo el misterio de su reinado está expresado en estas palabras. La mansedumbre y la humildad encubren en cierto sentido, toda la riqueza del Corazón del Redentor, sobre la que escribió San Pablo a los Efesios. Pero, también esa mansedumbre y humildad lo desvelan plenamente; y nos permiten conocerlo y aceptarlo mejor; lo hacen objeto de suprema admiración.
Vigilia Pascual en la Noche Santa (C) – Homilías
En esta noche no son las tinieblas las que dominan, sino el fulgor de una luz repentina, que irrumpe con el anuncio sobrecogedor de la resurrección del Señor. La espera y la oración se convierten entonces en un canto de alegría: «Exultet iam angelica turba caelorum… Exulte el coro de los Ángeles»!. Se cambia totalmente la perspectiva de la historia: la muerte da paso a la vida. Vida que no muere más. Enseguida cantaremos en el Prefacio que Cristo «muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida.» He aquí la verdad que nosotros proclamamos con palabras, pero sobre todo con nuestra existencia. Aquel que las mujeres creían muerto está vivo.