¡En la Iglesia hay cizaña! En el campo de Cristo también brota el mal. Sin embargo, eso no es para rasgarnos las vestiduras. El amo del sembrado lo sabe, pero quiere dejarlo. No hemos de escandalizarnos por los males que vemos en la Iglesia. Eso no es obra de Cristo, sino del Maligno y de los que pertenecen al Maligno aunque parezcan pertenecer a Cristo. Si Cristo lo permite es para que ante el mal reaccionemos con el bien con mucho mayor entusiasmo. Lo que tendremos que preguntarnos y examinar es si no estaremos siendo nosotros cizaña dentro de la Iglesia en lugar de semilla buena que da fruto.
julio 2014
Mt 13, 24-43: Parábolas: cizaña, grano de mostaza, levadura
El error viene después de la verdad, cosa demostrada por la experiencia. Así, después de los profetas vinieron los falsos profetas; después de los Apóstoles los falsos apóstoles; y después de Cristo el Anticristo. Porque no se esfuerza el diablo en tentar a quien no lo ha de imitar ni a quien no puede tender sus lazos, porque ha visto que la simiente fructifica, a veces como ciento, otras como sesenta, y otras como treinta, y que no puede él arrebatar ni sofocar la que tiene buenas raíces, y por eso se vale de otro engaño, confundiendo su propia simiente y revistiendo sus obras con colores y semejanzas que sorprenden al que se deja engañar con facilidad. Por eso no dice el Señor que siembra una simiente cualquiera, sino la cizaña, que es muy parecida, al menos a la vista, a la simiente del sembrador: tal es la malicia del diablo; siembra cuando han nacido las simientes, para de esta manera causar más daños a los intereses del agricultor.
Mt 13, 1-23: Parábola del Sembrador (Mateo)
El que da fruto como treinta, es el que enseña la fe en la Santísima Trinidad; como sesenta, el que recomienda la perfección de las buenas obras, porque el número seis es el tiempo que Dios empleó en hacer el mundo ( Gén 2); como ciento, el que promete la vida eterna; porque el número ciento pasa de la izquierda a la derecha, entendiéndose por izquierda la vida presente, y por derecha la futura. En otro sentido: la semilla de la Palabra de Dios da fruto como treinta, cuando produce el buen pensamiento, como sesenta, cuando engendra la buena palabra, y como ciento, cuando conduce a la buena obra.
Domingo XV Tiempo Ordinario (Ciclo A) – Homilías
La parábola del Sembrador es quizá una de las más conocidas… La Palabra de Dios es eternamente la misma, pero quizá nuestra vida, la tierra en la que esa Palabra quiere dar fruto no es la misma. La Palabra es siempre viva, eficaz… el fruto es siempre el mismo. ¿Y tu tierra, cómo está hoy para acoger esa Palabra?
Mt 9, 32-38: Jesús sana toda enfermedad y toda dolencia
Jesús viene al encuentro de nuestras enfermedades, sean del cuerpo, sean, sobre todo, del espíritu. Él ha sido enviado por el Padre para curar. No dejemos, por la incredulidad, que la curación que Él aporta, sea mediocre.