La palabra principal del Evangelio no es “la separación”, “la ausencia”, sino “la venida” y “la presencia”. Ni siquiera es la “muerte”, sino la “vida”. El Evangelio es la Buena Noticia, porque pronuncia la verdad sobre la vida en el contexto de la muerte.
La palabra principal del Evangelio no es “la separación”, “la ausencia”, sino “la venida” y “la presencia”. Ni siquiera es la “muerte”, sino la “vida”. El Evangelio es la Buena Noticia, porque pronuncia la verdad sobre la vida en el contexto de la muerte. La venida del Hijo del Hombre es el comienzo de esta Vida. Y de este comienzo nos habla precisamente el Adviento, que responde a la pregunta: ¿cómo debe vivir el hombre en el mundo con la perspectiva de la muerte? El hombre al que, en un abrir y cerrar de ojos, le puede ser quitada la vida, ¿cómo debe vivir en este mundo, para encontrarse con el Hijo del Hombre, cuya venida es el comienzo de la nueva vida, de la vida más potente que la muerte?