La tienda es un símbolo mayor de la condición de «extranjero y de peregrino», que es en definitiva la condición de todo hombre, y en grado supremo la del Pueblo de Dios en «Éxodo». Incluso una vez acabados los 40 años de peregrinación en el desierto, la Fiesta de las Tiendas debía recordárselo cada año a Israel (Lv 23,33-36) y renovar en ellos su vocación escatológica, es decir, el vivir orientados hacia un «más allá» no tanto futuro (luego del fin del mundo) mas sobrenatural (ya presente, porque es eterno).
febrero 2013
Lc 4, 1-13: Las Tentaciones en el desierto
La Cuaresma comienza pues en el desierto, tierra desolada e inhumana (Dt 1,19; 32,10) y en consecuencia lugar predilecto del demonio y de los endemoniados (Mc 5,3-5); pero por la experiencia de abandono que puede vivirse allí y su extensión ilimitada, tierra donde se experimenta la proximidad de Dios, para Israel (Éxodo y Os 2,16; 13,15), para Jesús y para tantos que han querido vivir esta experiencia de la cercanía de Dios. Que esta Cuaresma sea para todos los cristianos una experiencia real de la cercanía de Dios, aun en nuestros desiertos concretos de hoy.